sábado, 13 de febrero de 2010

Dudas y miedo.


Hoy quiero cambiar momentáneamente el tono del blog y dirigirme a vosotros con un tema que me parece muy presente en la cabeza de todos, la crisis y sus consecuencias.
No hace mucho, dirigiéndome hacia la universidad presencie una escena no muy común en mi municipio, un hombre de unos treinta y pocos, sentando en un banco cercano a las oficinas del Banco Sabadell-Atlantico, el cual llevaba barbas de hace unas semanas, abrigado tan solo con una chaqueta de cuero, camisa y pantalones vaqueros que sostenía con una mano el asidero de un carrito de supermercado lleno de lo que parecían sus pertenencias. Aquella escena me hizo recordar otra similar cuando salia del gimnasio camino a casa, un hombre de similar edad rebuscando en los contenedores mientras arrastraba un carrito de la compra atiborrado de ropas y objetos varios.
Teniendo en cuenta varios factores que se han comentado en diversos artículos periodísticos, mesas redondas e incluso conferencias, no es de extrañar que nos hallemos pronto con este tipo de escenas e incluso que nos encontremos con un incremento de los poblados chabolistas. Nos hallamos en un periodo de incertidumbre que no parece dar señales de remitir pronto y que principalmente afecta tanto a las clases bajas como a la media, poniendo en duda si una vez que todo esto concluya el estado del bienestar que conocimos durante las ultimas décadas en Europa, y concretamente nuestro país, seguirá o sera sustituido por otro modelo social y político con menos miramiento a las clases populares.
Ahora mismo, y aunque suene a introducción forzada, puedo poner como caso la introducción definitiva del plan Bolonia en mi carrera, horarios de clase imposibles para el estudiante que debe de trabajar para pagarse los estudios, la omisión de la segunda convocatoria en Junio y Septiembre (sustituida por una absurda reevaluación) y por supuesto el incremento del volumen de trabajos en detrimento del estudio personal y la adquisición de conocimientos que el plan antiguo favorecía. En resumen, la universidad como posible vía para el reciclaje y la ascensión social de aquellos que decidieron tomar un rumbo no académico al finalizar sus estudios secundarios se esta cerrando debido a un fantasma denominado "mediocridad académica".
Lo que un servidor intenta explicar es que parece que hay un plan progresivo para la eliminación del sistema del bienestar por parte de algunos grupos distantes a la política de centro y que efectivamente están alcanzando sus objetivos y que con esta crisis pueden llegar a alcanzar más.
¿Y por que una eliminación de dicho sistema?, según algunos, es debido al fin del conflicto que le dio luz, según otros, es una manera de evitar el incremento de la clase media y los movimientos migratorios.
Sea el que sea, la cuestión es que el numero de gente que no duerme tranquila incrementa a pasos agigantados al igual que aquellos que se encuentran en el arroyo.
Mr. Fukuyama, ¿realmente hay un fin de la historia?, ¿o es que nos tendremos que tomar con humor el cambio que estamos sufriendo como el hobo de la foto de esta entrada?.

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