miércoles, 23 de junio de 2010

Adios, Frank.


Primero de todo, mis disculpas por esta inactividad propia del fin de año académico. Este año se ha mostrado ciertamente hostil hacia mi persona por lo que respecta a mi vida académica, así que hasta que no me he encontrado con un hueco entre exámenes no me he visto con fuerzas para publicar artículos nuevo en este blog.

Me gustaría retomarlo hablando de cierto evento acaecido no hace mucho, la muerte del ilustrador Frank Frazzeta (1928-2010). Hace tiempo, cuando yo todavía era un crió e iba los fines de semana a cierta academia dedicada a los estudios de las artes gráficas, un estudiante de mayor edad (por motivos que ahora no logro recordad con claridad) me ofreció echarle un vistazo a la pagina de un libro de ilustraciones. En ella pude apreciar una imagen, que aunque de iluminación oscura, demostraba una gran fuerza. La imagen era la de un guerrero plantando cara a un oso de proporciones descomunales en un escenario mas propio de periodos anteriores al hombre que a los bosques de nuestra era.
"El que dibuja esto es un americano, se llama Frank Frazzeta" me dijo aquel chico mientras me cedía el libro, el cual empece a ojear con cierta rapidez debido a que la media hora de descanso que nos daban los profesores el Sábado esta a punto de concluir.
Mi ojos contemplaban imágenes que me recordaban a la caratula de la banda sonora de la película Conan el bárbaro, guerreros luchando contra gigantes, bestias o otros combatientes, más mujeres de gran belleza (y abundantes senos) que no se mostraban siempre en el rol de doncella desvalida. Devolví el libro a aquel compañero justo en el mismo momento en que empezaba de nuevo la clase, bastante impactado por la calidad de lo que había visto.

Posteriormente a aquel encuentro, me hice con una copia del libro Icon, donde se mostraban algunas de las mejores ilustraciones realizadas por el neoyorquino. Frazzeta, en aquel libro, se mostraba como el artista de todo un periodo dentro de la ficción literaria, como la principal influencia de ilustradores de la talla de Brom e incluso como uno de los instigadores de ciertos elementos estéticos del Heavy metal.
Muchos le recordaran sobretodo por ser el principal motivo por el cual cierto culturista austriaco tubo que llevar taparrabos durante la adaptación de cierto personaje obra de un tejano,ya que Frazzeta entendía al bárbaro como una figura que desdeñaba cualquier tipo de ropa propia de las culturas sedentarias y que confiaba en los dioses para su protección en vez de una armadura. Esto le permitió siempre mostrar al guerrero bárbaro heredero de la figura de Conan como una figura físicamente poderosa y desafiante.
Para mi persona, Frazzeta era el ideal a alcanzar como ilustrador, no Luis Royo o Ciruelo, el neoyorquino no necesitaba insinuar siempre al elemento sexual para poder captar la atención del espectador, el dinamismo de las escenas plasmadas en el lienzo era suficiente para transmitir un sentimiento de épica que captaba fácilmente la atención del espectador. Yo quería ser capaz de plasmar aquel sentimiento en el papel, y me acuerdo de practicar ante algunos dibujos en tinta inspirados por la obra de Tolkien, sobretodo una escena concreta, el enfrentamiento entre Eowyn y el Rey brujo. Para mi desgracia, mi talento ni siquiera me permitía adquirir un estilo vagamente similar al suyo, Frank era un modelo demasiado grande para un chaval de catorce años influenciado por los cómics Image de los noventa y los mangas procedentes de la Shonen Jump.
Aquellos compañeros que se me acercaban en edad me decían que me centrara en artistas mas actuales y de trazo mas sencillo, como por ejemplo Greg Capullo, Pascual Ferry o Bruce Timm. Frazzeta ya era anticuado a finales de los noventa, y si quieras llegar a algo en el mundo del diseño gráfico debía de adaptarme a los tiempos, sin embargo, aquellos miembros de la academia con mas años en las espaldas me aconsejaban todo lo contrario. "El pasado no es un kleenex, siempre puedes encontrar cosas chulas en él", me decía Carlitos, un hombre de unos cincuenta y tantos que por lo visto ya gozaba de cierto bagaje en el mundillo de las artes gráficas, aunque nunca averigüe que había hecho exactamente y por que estaba haciendo clases como alumno en vez de profesor. Ese encuentro con Frazzeta despertó en mi un respeto por aquello que no era nuevo ni reciente, ademas de instalar en mi cabeza la idea de que es importante echar un vistazo a lo que hubo antes, pues siempre se puede aprender algo de ello.

Ahora que aquellos años han quedado atrás y mi camino tomo una dirección bien diferente a la de las artes gráficas,el arte de Frazzeta se convirtió para mi en un símbolo de una época concreta de mi vida, y con su desaparición no tan solo se marca el fin de un periodo de entender a nivel visual un genero de ficción como es el de la fantasía épica sino también inicia una nueva etapa de mi persona.
Creo que va siendo tiempo de que empiece a recopilar aquellas obras que definieron el genero de la fantasía épica y llevar a cabo un estudio de las mismas para desarrollar algo con cierto peso, como homenaje a Frazzeta y aquellos autores que le fueron inspiración para su arte.