viernes, 8 de febrero de 2013

My Space Marines, not your Space Marines. 


Bastantes lectores de ciencia ficción suele introducirse en el genero primero con las obras asociadas con la Space opera militar, normalmente por cuestiones de estética asociadas con la edad (adolescencia) e influencias pertenecientes a medios como la televisión o el cine (Stargate:SG-1; Starship Troopers). Si miráramos con retrospectiva, nos encontraríamos que uno de los autores con mayor relevancia por lo que respecta a la generación de tropos narrativos pertenecientes a esta expresión de Ciencia ficción es E. E. "Doc" Smith, conocido por ser el creador de la serie Lensman. Una de sus primeras obras fue The Skylark of space (1928;1946), vista por los críticos e historiadores del genero como una de las primeras de la space opera, cuyo éxito y posterior imitación daría pie a la proliferación de aquellos aspectos que condenarían a la ciencia ficción al ghetto literario debido a la errónea generalización como narrativa de consumo donde imperaban las fantasías de realización juveniles propias de la novela folletinesca de aventuras. Protagonizada por un científico de buen aspecto y altruista, The Skylark of space llamo la atención a gran cantidad de jóvenes inseguros debido a que el héroe hacia uso de la inteligencia para hacerse con aquello que normalmente se obtendría con las hazañas de corte físico de un héroe de aventuras standard: rescatar a la chica, domeñar bárbaros y derrotar al pérfido villano. Respecto a las llamadas fantasías de realización también se tiene que tener en cuenta la novela de A. E. van Vogt Slan (1940;1946), donde un miembro de una emergente subespecie de übermensch (los slan que dan titulo a la historia) sobrevive a la caza dada a aquellos pertenecientes a esta divergencia del homo sapiens para convertirse en un genio científico salvador del Sistema solar y el Presidente mundial.
Ambas obras no son estrictamente space opera militar, pero sin embargo hay elementos en ellas que acabaran formando parte del núcleo de esta manifestación de la ciencia ficción. Uno de estos elementos es la "escalada armamentística", el villano X crea la arma Y pero el héroe Z consigue superar la capacidad inventiva de este e inventa la arma Alpha, incitando a que el villano desarrolle el dispositivo Beta...y así ad infinitum en un constante despliegue pirotécnico de destrucción cósmica. Luego tenemos al héroe idealizado, la unión del genio con el poderío del atleta profesional en una burda interpretación del übermensch de Nieztche, cuyo efecto en el lector juvenil es prácticamente catártico para con sus propias inseguridades, poco importa lo imposible de la hazaña, siempre consigue todo aquello que se propone no sin antes sortear algunos obstáculos. Y por ultimo la "solución final", los antagonistas son irremediablemente malignos y no se puede dialogar con ellos, deben de ser sometidos a toda costa y en el caso contrario erradicados.

"Doc" Smith continuo haciendo uso de dichos tropos en su serie Lensman (1948-1954), epopeya cósmica sobre dos civilizaciones , los Arisianos (benignos) y los Edorianos (malignos), que al ser las primeras en alcanzar las estrellas establecen un juego de ajedrez con el resto de culturas de la galaxia por la supremacía. Los lensmen, suerte de cuerpo de policía espacial constituido en su mayoría por homo sapiens, son en verdad fruto de un largo programa eugenico para crear una raza que sea capaz de detener a los malignos Edorianos (las lentes desarrolladas por los Arisianos para los miembros de dicho cuerpo policial tan solo pueden ser llevadas por alguien digno de ello), y cuando el conflicto deviene definitivamente bélico el lector presencia de nuevo el fetichismo por la tecnología militar y su capacidad de destrucción presente en la anterior obra del autor. La serie Lensman se convirtió en otra referencia para la space opera y a su vez dio a pie cierto interés por temas militares dentro de la ciencia ficción dirigida al publico juvenil. 
No seria arriesgado decir que posiblemente la novela de Robert A. Heinlein Starship Troopers  (Brigadas del espacio; 1959) fuera escrita con el marcado tono pro-militarista y fascista que la caracteriza a modo de burla de anteriores obras seriadas, aunque es bien conocido que dicha novela esta pensada para ser publicada en una colección dirigida al publico pubescente y la naturaleza política de Heinlein son rasgos que aun hoy en día levantan cierta polémica al respecto de cual es el subtexto de Starship Troopers. La afirmación de la novela de Heinlein como una sutil critica a la space opera militar se deriva sobretodo de la existencia de obras que contradicen el planteamiento político de la misma en el corpus de Heinlein (por citar dos ejemplos: Stranger in strange land ;1961 y The Moon is a harsh mistress; 1966), no obstante se debería de hacer un estudio detallado del autor y sus obras claves para confirmar dicha afirmación, cosa que dejo en manos del lector o que posiblemente el autor de este texto haga en un futuro. Volviendo a la cuestión de los tropos de la space opera militar, es en Starship troopers donde la idea de unidad militar de élite cuyo armamento le otorga poder suficiente como para devastar una metrópolis en el transcurso de una tarde es mejor ejecutada, influenciando sobremanera a varios autores pertenecientes a otros medios.

Con la evolución realizada durante la segunda mitad del siglo XX del genero en su expresión literaria, hoy en día los aspectos que hicieron atractivas las narraciones de "Doc" Smith y derivados se hallan desterradas en el medio ludico. Un caso particular seria el de la franquicia de la compañía Games Workshop Warhammer 40,000. Aparecida durante la década de los 80, en sus orígenes el juego de miniaturas (conocido por aquel entonces como Rogue Trader) era más bien un híbrido entre juego de rol de mesa y juego de escaramuzas a pequeña escala, por aquel entonces los jugadores interpretaban el rol de Rogue Traders, suerte de conquistadores/piratas con patente de corso para explorar y conquistar mundos en pos del beneficio de un Imperio anacrónico que se expandía por prácticamente toda la galaxia. El aun joven universo de ficción era una gran parodia de varias fuentes, des del universo de Frank Herbert Dune hasta la obra citada anteriormente de Heinlein. Fue en dicha primera edición donde hacían acto de aparición los iconicos Space marines, übermensch seleccionados de los lugares mas violentos del imperio aumentados gracias a la biotecnología y la cibernetica. Con el tiempo Games Workshop convirtió aquel juego de escaramuzas en un juego de estrategia que hoy en día genera millones en beneficios, no obstante, resulta ser que la compañía juguetera ha empezado a excederse en sus competencias. 
 Recientemente, una autora independiente ha sido demandada por la compañía por hacer uso del termino space marine en una de sus obras, alegando de que dicho termino es una marca registrada. Como bien el lector se ha percatado, el termino estaba presente durante el periodo de la ciencia ficción pulp, al igual que los tropos que se encuentran en el universo de ficción de dicha franquicia. 
Aunque pueda resultar cómico  no deja de ser otro triste caso de la intromisión corporativa en la escena cultural por cuestiones de copyright. Games Workshop es un gigante que no tan solo se beneficia del aun activo juego de miniaturas, sino de sus divergencias en vídeo juegos, juegos de rol o incluso cintas de animación, por no hablar de novelas de ficción; poco daño puede hacer el material de una escritora menor, pero ello causara reacciones y otorgara posible publicidad a su franquicia. Una maniobra de marketing como esta les puede salir cara, al alegar que el termino space marine les pertenece pueden causar la ira de los académicos y autores del genero, que posiblemente carguen contra su buque insignia a través de la deconstrucción  y el desprestigio. 
Los ciudadanos de la pequeña república de las letras que es la ciencia ficción saben como guardarse ante los mercachifles que quieran beneficiarse de ella. Un caso particular fue el del escritor Norman Spinrad, que a través de su novela The Iron Dream y un articulo aparecido en la Isaac Asimov SF magazine titulado Emperor of Everything arrollo contra aquellos autores menores que estaban dando un mal nombre al genero gracias a una desafortunada conjunción de los aspectos más denostables del genero con el mal uso de la teoría del viaje del héroe de Joseph Campbell. Spinrad, siendo judío, exponía en su novela The Iron Dream una ucronia a modo de ejercicio metaliterario donde Adolft Hitler decidió emigrar a Estados Unidoes en vez de dedicarse a la politica con la esperanza de convertirse en un gran artista en dichos lares. En la ficción de Spinrad Hitler acaba convirtiéndose en una suerte de "Doc" Smith, popular por  su novela Lords of the Swastika, la cual tiene un gran numero de seguidores entre el publico joven preocupado por el constante progreso de los países del Pacto de Varsovia y el decrecimiento del poder de los Estados Unidos en la escena internacional.  
Aunque Spinrad no fue sutil al alegar que las malas interpretaciones del monomito de Campbel en conjunción a las fantasía de realización conllevaban a una visión propia del fascismo o el nazismo, si que srivio para concienciar a bastantes seguidores del genero a tener mayor criterio a la hora de leer una obra. 
No quepa duda de que alguien con talento e irritado sobremanera con el gigante juguetero por este lamentable episodio acabe haciendo un ejercicio parecido al de Spinrad para señalar todos aquellos aspectos negativos que se puedan hallar en el universo de ficción que conforma la franquicia que tantos beneficios les a otorgado y el principal motivo de interés por parte del publico joven que consume sus productos, es solo una cuestión de que el niño sale al emperador y diga que esta desnudo para que el resto acabe viendo la farsa.